Josef Nasím y Azalea Emy Vallés

JOSEF: Desde que nací siempre sentí que la tinta de mi pluma envolvía el alma sobre las hojas dejándolas a veces tristes, Y otras alegres iluminándose con una sonrisa. Tanto escribí… muchos versos con otro idioma… y dibujé mil poemas con muchos colores…
A veces palabras que son bellas como las flores.  Otras son secas como el sol de los desiertos.
Pero cuando vi, por primera vez, en ese primer momento tus bellos ojos… no tengo palabras… una ráfaga de vientos y dulzura llegó a emborracharme con los perfumes de tus alientos. Dejando mis letras como luz de los cielos. Dándome un carisma nuevo en la vida… y comencé a sentir la necesidad de escribir por primera vez mis poemas de amor con tu nombre… mi vida… mi dulce calor…

AZALEA: Despertaste en mí el sentimiento más grande que nunca he sentido Desde entonces mi vida… desde que nuestras almas se reencontraron, todo ha sido pura magia… Con cada verso, con cada palabra, con esa ternura que arrancas de mi alma, con ello supe que nuestro sentir es sagrado y como lo son las estrellas y eres la fuente de mi inspiración, mi pasión, mi dulce calor. Y, sobre todo, mi mitad. Mi amor… Mi otro yo… Mi felicidad y mi verso llevan tu nombre como llevo tatuada tu sonrisa en mi corazón.

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